Entre otras patologías el dolor crónico afecta a personas con: fibromialgia, artritis reumatoide, artrosis, migraña crónica, endometriosis, Crohn, etc.
¿Qué es el dolor crónico?
Es una experiencia sensorial y emocional desagradable, asociada a una lesión tisular (del tejido), evidente o probable, y descrita en términos coincidentes con esa lesión. Es decir, el dolor no solo se considera una experiencia nociceptiva*, sino también
está asociado a factores subjetivos y emocionales inseparables de la sensación dolorosa. (
1)
*Dolor nociceptivo: Concepto acuñado para distinguir el dolor de los procesos fisiológicos relacionados con el sistema nervioso a aquellos experienciado de forma subjetiva. Ejemplos de dolor nociceptivo suelen ser causadas de factores externos, sea un golpe o la exposición a un químico
Cronificación
Cuando se produce un daño o lesión tisular y se mantiene en el tiempo, se producen cambios que van a afectar a todo el circuito nociceptivo (del dolor)(
1). Estos cambios se conocen como la sensibilización.
La zona dañada se puede expandir con el tiempo y así se amplifica la señal del dolor, en esta situación, a la médula espinal le va a llegar mucha más información nociceptiva, esto supone que se produzca una liberación masiva de neurotransmisores.
Esta liberación masiva de neurotransmisores provoca cambios importantes en las neuronas que
pueden llevar a respuestas pro-inflamatorias y pro-nociceptivas. La consecuencia de todos estos cambios es una amplificación de la señal nociceptiva y
como consecuencia la cronificación del dolor. (
1)
Tratamientos convencionales
Hoy en día el método más popularizado para el tratamiento del dolor con fármacos está recogido en
la escalera analgésica de la OMS (
2). Aquí podemos ver cómo de manera ascendente se van probando distintos fármacos. Cuando el dolor es intenso o los fármacos no son lo suficientemente efectivos pasamos al siguiente escalón para obtener un efecto más potente e intentar modular esa información a través de los neurotransmisores. (
2)
El uso de este tipo de fármacos es muy efectivo, y debemos estar muy agradecidos de poder disponer de ellos, pero necesitamos más alternativas (
3), pues también están provocando
una de las mayores crisis sanitarias y problemas graves de salud
cuando se utilizan de forma indebida. Una de las alternativas más eficientes es el uso de fitocannabinoides como el CBD. (
4)
Aunque no todos los usuarios de CBD han encontrado una mejora milagrosa en sus síntomas de neuropatía después del uso de CBD, la mayoría ha experimentado un cambio significativo en sus niveles de dolor y una mejora en su bienestar general, incluyendo mejores patrones de sueño y menores niveles de ansiedad. (
8)
U
so tópico, que aporta alivio localizado, ya que el CBD no penetra a la vía sanguínea. Se puede encontrar en cremas, bálsamos y ungüentos ricos en CBD y pueden ser valiosos para calmar la zona donde nos duela. Es el único formato regularizado en España.
Si quieres saber más sobre cómo usar CBD, echa un vistazo a nuestro artículo “
¿Cuál es la mejor forma de usar CBD para ti?,” revisado por el experto Tommaso Bruscolini.
Sin embargo, esto
no significa que sea imposible determinar la dosis óptima. Simplemente significa que
no existe una regla estricta que funcione para todas las personas. (
12)(
13) y es difícil dar una clara respuesta a las dosis, dado que muchas de las pruebas clínicas están en proceso y
la mayoría testean con diferentes ratios de CBD y THC en conjunto.(
14)
Siempre es recomendable comenzar con una cantidad baja y, ir viendo cómo te siente y de ahí se puede ir subiendo. El CBD puede afectar a las personas de forma diferente, todos deben descubrir la cantidad óptima para ellos, ya que
cada cuerpo responde de manera diferente. Además también
hay que tener en cuenta la naturaleza de la dolencia o nivel de malestar para el que se está tomando el aceite de CBD.
Evidencia científica
En 2019, iniciaron una de las primeras
pruebas clínicas con personas,
exclusivamente usando CBD para dolor crónico. Dirigido por Hospital Mclean por una investigadora y profesora de Harvard,
el estudio estaba usando 20 mg, dos veces al día, durante 6 meses. No ha habido una actualización desde febrero 2020.
Hay otro
estudio que está investigando el uso de CBD a niveles muy altos (400 mg, 800 mg y 1200 mg al día) para personas con dolor crónico y con historia de abuso de opiáceos.
Como afirma la
Fundación Canna, según los datos que se manejan hoy en día, es probable que el CBD no genere tolerancia, ni con altas cantidades.
La mayoría de especialistas recomiendan
dividir el uso entre 2-4 veces al día y niveles altos de CBD son bastante comunes en el tratamiento de dolor crónico.
Precauciones
Los posibles efectos secundarios suelen ser de intensidad moderada-leve e incluyen: cansancio, somnolencia, sequedad de boca, cefaleas, mareos y disminución del apetito. Siendo estos efectos adversos reversibles.
No debe consumirse bajo ninguna circunstancia si la paciente está embarazada o pudiera estarlo, o si se encontrara en periodo de lactancia.
Siempre es recomendable consultar con su médico o especialista para que pueda realizar un seguimiento para una mayor optimización del remedio.
También cabe destacar que
la farmacología no es la única herramienta para tratar el dolor, la fisioterapia nos puede ayudar mucho, la psicología también,
debemos de complementar todos los tratamientos para una mayor capacidad de recuperación y bienestar. (
15)(
16)
Bibliografía
- Gatchel RJ, McGeary DD, McGeary CA, et al. Interdisciplinary chronic pain management: past, present, and future. Am Psychologist. 2014;69:119.
- Khan SP, Pickens TA, Berlau DJ. Perspectives on cannabis as a substitute for opioid analgesics. Pain Manag. 2019 Jan 25;9(2):191–203. [Crossref], [PubMed], [Web of Science ®], [Google Scholar]
- Knopf A. CBD may help prevent relapse in abstinent heroin addicts. Alcohol Drug Abuse Weekly. 2019 Jun 3;31(22):3–4. [Crossref], [Google Scholar]
- Elikottil, Jaseena, Pankaj Gupta, and Kalpna Gupta. “The analgesic potential of cannabinoids.“ Journal of opioid management 5.6 (2009): 341.
- Cabral G. Immune system. In: Russo EB, Grotenhermen F, editors. Cannabis and cannabinoids: Pharmacology, toxicology and therapeutic potential. Binghamton, NY: Haworth Press; 2001. pp. 279–87. [Google Scholar]
- Richardson JD, Aanonsen L, Hargreaves KM. SR 141716A, a cannabinoid receptor antagonist, produces hyperalgesia in untreated mice. Eur J Pharmacol. 1997;319:R3–4. [PubMed] [Google Scholar]
- Russo EB. The role of cannabis and cannabinoids in pain management. In: Cole BE, Boswell M, editors. Weiner’s Pain Management: A Practical Guide for Clinicians. 7. Boca Raton, FL: CRC Press; 2006a. pp. 823–44.
- Walker JM, Hohmann AG, Martin WJ, et al. The neurobiology of cannabinoid analgesia. Life Sci. 1999a;65:665–73. [PubMed] [Google Scholar]
-
The Endocannabinoid System. Project CBD.
- Crippa JA, Guimarães FS, Campos AC, et al. Translational investigation of the therapeutic potential of cannabidiol (CBD): toward a new age. Front Immunol. 2018;9:2009. doi:10.3389/fimmu.2018.02009. [Crossref], [PubMed], [Web of Science ®], [Google Scholar]
- Elikottil, Jaseena, Pankaj Gupta, and Kalpna Gupta. “The analgesic potential of cannabinoids.“ Journal of opioid management 5.6 (2009): 341.
- Xiong, Wei, et al. “Cannabinoids suppress inflammatory and neuropathic pain by targeting ?3 glycine receptors.“ Journal of Experimental Medicine 209.6 (2012): 1121-1134.
- Costa, Barbara, et al. “The non-psychoactive cannabis constituent cannabidiol is an orally effective therapeutic agent in rat chronic inflammatory and neuropathic pain.” European Journal of pharmacology 556.1-3 (2007): 75-83.
- Boyaji S, Merkow J, Elman RNM, Kaye AD, Yong RJ, Urman RD. The Role of Cannabidiol (CBD) in Chronic Pain Management: An Assessment of Current Evidence. Curr Pain Headache Rep. 2020 Jan 24;24(2):4. doi: 10.1007/s11916-020-0835-4. PMID: 31980957.
- Artículo en el Blog de Hemppedia “CBD para el dolor crónico” de Alyssa Bal
- Izzo, A., Borrelli, F., Capasso, R., Di Marzo, V., & Mechoulam, R. (2009). Non-psychotropic plant cannabinoids: new therapeutic opportunities from an ancient herb. Trends In Pharmacological Sciences, 30(10), 515-527. doi: 10.1016/j.tips.2009.07.006