La dieta antiinflamatoria y el CBD

La dieta antiinflamatoria y el CBD
La dieta antiinflamatoria, internacionalmente reconocida y promovida por múltiples médicos en EEUU (Dr. Mercola MD o Dr. Andrew Weil MD), es un poderoso aliado del aceite de CBD para llevar un estilo de vida saludable y reducir el riesgo de múltiples enfermedades. La inflamación es la respuesta aguda a un daño tisular (de un tejido) que produce síntomas característicos y normalmente remite de manera espontánea. En la actualidad se ha encontrado lo que se conoce como inflamación crónica, un factor importante en el desarrollo de cualquier enfermedad y la pérdida de juventud a nivel biológico. La inflamación crónica puede ser causada por diversos factores como un estrés celular debido a:
  • Consumo excesivo de calorías.
  • Niveles de azúcar altos en sangre.
  • El estrés oxidativo.
  • Una dieta inflamatoria
Hoy en día los científicos han aceptado por completo la capacidad destructiva de la inflamación crónica en los procesos fisiológicos (Karin et al. 2006). Estos efectos dañinos de la inflamación crónica se deben a su naturaleza silenciosa, es decir, los síntomas no son percibidos ni por el paciente ni los médicos. Una vez se ha disparado la inflamación crónica puede persistir sin ser detectada durante años, propagando el daño celular a través de todo el cuerpo. La inflamación crónica de bajo nivel podría estar amenazando tu salud en este mismo momento sin que te des cuenta. En este artículo podrás conocer en qué consiste la dieta antiinflamatoria y cómo aplicarla en tu vida diaria. ¿Qué es la dieta antiinflamatoria? Para entender bien el porqué de la dieta inflamatoria es necesario primero entender que la inflamación es una respuesta natural y necesaria del organismo para prevenir infecciones o daño en los tejidos (Medzhitov 2008). La siguiente lista de alimentos muestra los principales pro inflamatorios (promueven la inflamación crónica) de la dieta de muchas personas de nuestra sociedad:
  • Azúcares: sobre todo el azúcar blanco refinado, desprovisto de sus minerales y vitaminas, y los edulcorantes artificiales como el Aspartamo, el Acesulfamato-k y otros.
  • Aceites de cocina: muy alto contenido en Omega 6 y contenido bajo de omega 3. Ejemplos: aceite refinado de girasol, colza, canola, algodón.
  • Grasas Trans: incrementan los niveles del colesterol “malo” o LDL y bajan los del “bueno” o HDL. Promueven la inflamación, obesidad y la resistencia a la insulina. Se encuentran en productos que contienen grasas hidrogenadas como la margarina vegetal.
  • Productos lácteos: los investigadores han encontrado que digerir la leche más allá de la infancia no es algo normal, y mucho menos la de otros animales. Estos productos causan reacciones inflamatorias como estrés digestivo, problemas de la piel como la psoriasis y acné. Hay excepciones más tolerables que se comentarán en la dieta antiinflamatoria.
  • Productos cárnicos industriales: de animales alimentados con piensos altos en Omega 6, pesticidas, antibióticos y hormonas. Aquí se incluye la carne roja y todos los embutidos.
  • El alcohol: recientemente se ha descubierto que TODO el alcohol y en cualquier medida es pro-inflamatorio. La moderación es la clave.
  • Los granos y cereales refinados: muchos de ellos, sobre todo el trigo, han sido modificados genéticamente para aumentar su contenido en gluten, ya que esta proteína genera adicción a parte de provocar mucha inflamación intestinal.
  • Aditivos alimentarios: todas las E que misteriosamente aparecen en los ingredientes de los alimentos envasados industriales tienen como única misión darle un buen aspecto y sabor a los alimentos, con consecuencias tóxicas, en muchos casos, para nuestra salud.
Grupos de alimentos de la dieta antiinflamatoria
  • Carbohidratos: Una persona adulta debería consumir una media de 250 gramos de carbohidratos.
Hay que buscar los alimentos de menor índice glucémico, es decir, que elevan el azúcar en sangre de manera sostenida. Los alimentos a incluir serían: granos a ser posible sin gluten como arroz integral (todas las variedades), mijo, teff, quinoa, trigo sarraceno y maíz. Productos de trigo, espelta, kamut o centeno ecológicos como pueden ser la pasta, el pan de masa madre (fermentado) y los panes germinados, pueden ser consumidos en menor cantidad que los anteriores dependiendo de la fuerza digestiva de cada persona. Los boniatos son una fuente muy buena de carbohidratos rica en nutrientes como la vitamina A y potasio. Las patatas, en moderación, y sin freír también entran dentro de esta categoría.
  • Grasas : Aceite de oliva virgen extra, aguacate, nueces, almendras, anacardos, nueces de macadamia, semillas ricas en Omega 3 como las de cáñamo, chía, lino, el sésamo blanco y negro así como el aceite de sésamo, aceites de semilla de calabaza, cáñamo, aguacate, coco y lino. Como fuentes animales de grasa incluir el salmón salvaje, sardinas, aceite de pescado (de origen salvaje), el aceite de krill, mantequilla ecológica sin sal, ghee (mantequilla clarificada ayurvédica).
  • Proteínas: Comer menos proteína si se tienen problemas de riñones, hígado, alergias o enfermedades autoinmunes. La necesidad de proteína es muy relativa y sujeta al tipo físico de la persona. Para saber cuál es tu necesidad real hacer un test que determine si eres oxidador rápido, lento o mixto.
La pauta general a seguir es reducir la cantidad de proteína animal consumida ya que es la que aumenta más inflamación por los siguientes factores: eleva los marcadores de inflamación, el riesgo de diabetes tipo 2, el Factor de Crecimiento tipo 1, el riesgo de enfermedad cardíaca y de la mayoría de enfermedades (Alisson-Silva et al, 2016). La excepción serían pescados azules como el salmón salvaje, las sardinas, algún marisco y huevos ecológicos, por su alto contenido en el antiinflamatorio Omega 3. La proteína ideal en la dieta antiinflamatoria es, sobretodo, de origen vegetal como la procedente de legumbres, semillas, soja, frutos secos y cereales, así como también la que contienen las verduras y las algas. En menor cantidad y con beneficios complementarios encontramos pescados salvajes ricos en Omega 3, carne y pollo ecológicos (ocasionalmente).
  • Fitonutrientes: Para conseguir una buena protección contra las enfermedades asociadas tanto al envejecimiento (incluidas las cardiovasculares, el cáncer y las neurodegenerativas) como a la contaminación ambiental, consume una gran variedad de frutas, verduras y setas.
Escoge frutas y verduras de todas las gamas de colores, especialmente bayas, tomates, frutas y verduras naranjas y amarillas, y verduras de hoja verde. Elige alimentos ecológicos, evitarás una gran cantidad de químicos y pesticidas. Consume crucíferas de manera regular (la familia de la col y el brócoli), contienen. Incluye bebidas con un alto contenido en polifenoles (antioxidantes naturales) como el té blanco, verde, negro y café ecológico (el convencional es de las cosechas con más pesticidas del mundo).
  • Alcohol: Si bebes alcohol regularmente, elige el vino tinto ya que contiene resveratrol, un antioxidante que reduce los efectos perjudiciales del alcohol.
  • Minerales y vitaminas
La mejor manera de conseguir todos los minerales y vitaminas que necesitas a diario es consumir una dieta alta en verduras y frutas frescas. Adicionalmente puedes suplementarte con la siguiente combinación de antioxidantes:
  • Vitamina C, de 200mg a 1000mg al día.
  • Vitamina E. La mayoría de adultos deberían limitar el consumo de esta vitamina entre 100-200 IU al día (una mezcla de tocoferoles y tocotrienoles).
  • Selenio, de 100 a 200 microgramos al día.
  • Una mezcla de carotenos, 10,000-15,000 IU al día.
Un producto de mucha calidad, con todos estos nutrientes y muchos más, es Spectro Energy de Solaray. Super aliados de la dieta antiinflamatoria Si aún sigues con ganas de incluir un extra que potencie el saludable efecto antiinflamatorio de esta dieta te recomendamos los siguientes:
  • Si no tomas pescado azul como el salmón 2 veces a la semana, puedes tomar un suplemento de aceite de pescado, en cápsula o líquido (2-3 gramos al día en un producto que contenga DHA y EPA). Busca un producto que tenga sellos de calidad, libre de metales pesados y otros contaminantes.
  • Nuestro aliado favorito para combatir la inflamación es el aceite de CBD al 10% de concentración de Beemine, un poderoso armonizador de las funciones fisiológicas y cognitivas.
  • Si no consumes cúrcuma y jengibre de manera regular, ¡comienza a incluirlos en tu dieta! Aunque son poderosos en polvo, la raíz cruda aporta un beneficio antioxidante extra.
  • Añade Coenzima Q10: 60-100 miligramos en una cápsula de gel con las comidas principales.
  • Si tienes tendencia a padecer síndrome metabólico, toma Ácido Alfa Lipoico (ALA) de 100 a 400mg al día.
  • Por último, asegúrate de consumir un agua de calidad, bien mediante un sistema de microfiltrado (ej; Alkalnatur) o también puedes hacerte con ella tú mismo en un manantial cercano.
  ¡Continuará…! Esperamos que hayas disfrutado del primer artículo sobre la dieta antiinflamatoria. En próximos capítulos ampliaremos la información sobre cada uno de los apartados y alimentos específicos para ¡tener un cuerpo a prueba de balas!   Escrito por: Diego Colodrón   Bibliografía
  • Karin, M., Lawrence, T., and Nizet, V. Innate immunity gone awry: linking microbial infections to chronic inflammation and cancer. Cell. 2006;124(4):823–835
  • Medzhitov, R. Origin and physiological roles of inflammation. Nature. 2008;454(7203):428–435 Seah, J., Gay, G., Su, J., Tai, E., Yuan, J., & Koh, W. et al. (2017). Consumption of Red Meat, but Not Cooking Oils High in Polyunsaturated Fat, Is Associated with Higher Arachidonic Acid Status in Singapore Chinese Adults. Nutrients, 9(2), 101. doi: 10.3390/nu9020101
  • Tucker, L. A., LeCheminant, J. D., & Bailey, B. W. (2015). Meat Intake and Insulin Resistance in Women without Type 2 Diabetes. Journal of diabetes research, 2015, 174742. doi:10.1155/2015/174742
  • Alisson-Silva, F., Kawanishi, K., & Varki, A. (2016). Human risk of diseases associated with red meat intake: Analysis of current theories and proposed role for metabolic incorporation of a non-human sialic acid. Molecular Aspects Of Medicine, 51, 16-30. doi: 10.1016/j.mam.2016.07.002